Wednesday, May 18, 2016

Objetivos varios

Llamo así a este post porque con este TP, el primero de varios, me propuse diferentes objetivos, algunos logrados, otros no tanto. Calculo que los voy a ir trabajando sobre la marcha; todavía queda un largo camino por recorrer. Lo que tenía que diseñar era un preparador de infusiones.

¿Cómo empecé? Tras haberme sido asignada la libélula como "elemento inspirador" o "elemento condicionador", realicé una profunda investigación de sus principales características y, a partir de eso, determiné los condicionantes, ejercicio necesario porque el año pasado no terminé de entender del todo que era un condicionante.

Paso siguiente, diseñar el programa de diseño. (Voy a comparar bastante este año con mi experiencia del anterior porque lo creo enriquecedor). Supe ver que el programa, a pesar de ser poco definido porque no se tiene el producto ya diseñado, ayuda a conformar el objeto ya que se lo enfoca desde todos sus aspectos. Siento que le da estructura y corteza.

¿Cómo seguí? Definiendo mi usuario y mi contexto. Hice dos collages según la consigna dada basándome en el surrealismo. Creo que se me fue un poco la mano con la abstracción pero cada elemento del collage tiene una razón de ser. El usuario lo pensé como alguien que tiene una filosofía de vida, un estilo de vivir, reflejado en su manera de pensar y de actuar. El usuario tiene una íntima relación con la naturaleza y un gran estado de equilibrio interior. El contexto también se relaciona con la naturaleza ya que al ser mi infusión aguas saborizadas naturales, se entiende que esta bebida se toma en un momento de relax, de cuidado de uno mismo, de serenidad. Se busca la pureza y desintoxicación. Parte de la consigna también era analizar la situación de uso. Pero no sólo fotografiar y listo, sino tratar de captar esas cosas que se nos escapan en el proceso que por creer obvias no las reconocemos. Así capturé la secuencia de uso en la vida cotidiana como en un lugar extraordinario en situaciones extremas (por ejemplo, a falta de una cuchara, se usa un pedazo de un vaso descartable para revolver el té).



 Después de definir estos dos puntos, corregí mi programa de diseño, determinando con más precisión todos los aspectos de mi futuro preparador. La problemática que elegí fue buscarle solución al entorpecimiento que genera beber esta infusión y que la fruta se vaya a la boca al igual que la parte líquida. Quería separar lo líquido de lo sólido para poder optimizar ese momento de serenidad y relax. Así logré definir tres propuestas concretas. Diseñé una jarra, una botella y un pouch (traducción más aproximada: bolsa). Me quedó en la cabeza que tenían que ser tres propuestas diferentes y no tres variaciones de propuestas. Mi error: basarme en objetos ya existentes. Tenía que salir de lo que me rodea, buscar algo diferente, innovador.





Así fue como tras hacer dos propuestas nuevas, tuve que redefinir los condicionantes tomados de la libélula. Me había abstraído mucho y no eran muy concretos ni visibles en mis propuestas. Como me dijo Cecilia, debía hacer el proceso inverso: no diseñar a partir de los condicionantes sino tratar de encontrar los condicionantes en el objeto creado (no encontrarlos, sino más bien rediseñarlo teniendo en cuenta este punto elemental).




¿Y cómo terminé? Mi entrega se trató de un elemento nunca antes visto (no por eso increíble). La morfología está basada en los dibujos de Escher y en una cuchara de cocktail, de esas largas. Obvio que hice mi intervención y diseñé según los condicionantes de la libélula, buscando representar el movimiento único de este bicho, sus numerosos beneficios para el hombre (representado con las aguas saborizadas, realmente sanas) y en las dos posibles formas de la libélula: la patrullera y la de reposo. El objeto cumple con esos dos estados, el de reposo y el de movimiento. Movimiento que está representado en la morfología de la cápsula.





Una vez que entregué vi que le faltó dedicación a la maqueta y retoques del producto, más que nada estéticos, pero que hacen enormemente al objeto acabado. Tal vez es un poco de miedo a jugármela, no sé. Ya veré.